¿ Qué vida defiendes más, Tamara Falcó, la de un inmigrante subsahariano o la potencial vida que pueda engendrar yo en mi vientre?

La fundación Olof  Palme de Terrassa organizó esta semana un pase de la película " 14 Km ", de Gerardo Olivares, que trata sobre la odisea que protagonizan a diario miles de subsaharianos en su objetivo por alcanzar una Europa, en la que esperan poder realizar sus sueños, imposibles en sus lugares de origen. 

Si he de poner una nota a la película le pondría un 9, por dejar un margen a eso que siempre puede ser mejorado. Y la coloco en la excelencia no tan solo por la fotografía, la escenografia, la música, sino también por no utilizar el maniqueísmo ni la sensiblería fácil en ningún momento. Me parece de un realismo muy bien trabajado, que además evita precisamente eso, caer en lo fácil como hubiese sido presentar un exceso de escenas que llevaran a la lágrima fácil, de las cuales la realidad supera, sin duda, la ficción. A través de los protagonistas podemos hacernos una idea de lo que ocurre, de los motivos que impulsan a esos de miles de personas, a las que ha tocado vivir en la "cara mala" del mundo, que no saben que la "cara buena" no lo es tanto, y de la codicia de unos pocos, de la bajeza de algunos seres humanos, de la grandeza de otros, y de las situaciones tan durísimas que a muchos les toca vivir...

La periodista Marta Ballesta moderó el pequeño debate tras la película, que muestra la realidad y penurias de un viaje en busca de un futuro mejor. Se comentaron algunos de los temas que abordaba la película. Yo quise hacer una pequeña aportación, con independencia de que seamos capaces o no de absorver toda la inmigración que llega, que es un debate largo y complejo, y es que me pregunto siempre el porqué existen fronteras para las personas y sin embargo el capital se mueve por el universo sin ninguna dificultad, sin tener que dar explicaciones ni pagar peajes. No sé...

Y a todo esto hoy me ha entrado bastante mala leche cuando he visto, en un vídeo impecable, a unos cuantos ricos y famosos defendiendo "el derecho a la vida" , que dicen ellos cuando se refieren a que hay que penalizar a la mujer que se atreve a interrumpir su embarazo. Y no lo adjunto porque no quiero darles publicidad, y es que además parecen supermajos y superguais, incluida la pobre señora que casi se vió obligada a abortar porque no le hablaron de otras posibilidades, y la estupendísima nena, tan agradecida de haber podido ver el mundo a pesar de los consejos que daban a su mamá para que no la pariese. ¡Cómo si yo no amase la vida porque defiendo la despenalización del aborto!

A mi me gustaría que se mirasen este documental de Rosa Mareike, que enlazo más abajo, donde hay unos cuantos menores, ya vivitos aquí y ahora, y que hiciesen el favor de verlo entero sin apartar la vista, y bueno que expliquen quién les defiende a ellos de la miseria y el abandono. Y además les preguntaría hacía dónde miran todas esas "guapazas" vestidas de Armani, cuando su "amoroso caballero" les regala una joyita con "diamantes de sangre" o pieles de foca del Ártico. ¿Tal vez hay ocasiones en que la vida no vale tanto? Tal vez vale menos un inmigrante marroquí o subsahariano, que una potencial vida, aún embrionaria, que pueda engendrar mi vientre... Y han de venir ell@s a decirme qué es defender la vida, y si hace falta machacarme a mi, "madre desnaturalizada y asesina". ¡Venga ya con tantas milongas!

Esperanza (documental de Rosa Mareike Wiemann)