Este año fui una de las dos madres "raritas" de la clase de mi hija que firmó para que NO le pusieran la controvertida vacuna del Papiloma Humano.
Ciertamente la presión social es bastante grande y a pocas ganas o tiempo que se tenga, te conformas con el pensamiento que más adeptos tiene y que dice así: "Pónsela, no vaya a ser que luego pille tu hija el virus ese tan malo del Papiloma y la culpa sea tuya por no haberle puesto la vacuna". Y les prometo que esto cala en cualquier buena madre, amantísima de sus hijas. Y va, y le pone la vacuna, con más o menos dudas, pero se la pone.
Y yo como cualquier buena madre amantísima dudé, por supuesto, de si acertaba con la decisión de NO ponérsela a mi hija.
La mayoría de médicos de cabecera, y de ginecólogos, no se complican y te aconsejan ponerla y te dicen que con la promiscuidad sexual que vivimos en nuestra época y sociedad, que es mejor ponerla, por si acaso...aunque no esté del todo testada...
Luego están las amigas, que también se la ponen a sus hijas, porque "si la suministran en los colegios y está en el calendario de vacunación aconsejada por el sector médico público y el Gobierno, no será mala", opinan.
También está el sector que defiende la vacunación en general ya que no deberíamos olvidar cómo se han erradicado enfermedades como la viruela, la polio o la varicela...
Total que en un mundo de prisas en que vivimos, en que diariamente hemos de procesar tanta información que nos llega, resulta que es cuando menos información de calidad y contrastada tenemos. Y es por eso que estoy escribiendo esta entrada. Hoy he encontrado en Twitter un vídeo de 50 minutos en el que la Doctora y religiosa Teresa Forcades da una informción valiosísima sobre este tema, y recomiendo su visionado a cualquier madre que se considere una buena madre. Es necesario escuchar atentamente y después decidan. Yo me alegro con la decisión que tomé en su día.
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