He tenido la oportunidad de vivir unos días de experiencias en New York City este verano, algo que no entraba en mis prioridades a corto plazo, sin embargo tengo una hija que está en plena efervescencia y me dejé arrastrar por uno de sus sueños. No sé qué le ha dado todo el mundo con esa ciudad que sale en la mitad de las películas americanas, pero marca tendencia la escapada a ese lugar. Desde que he estado no hago más que saber de gente que va a ir, que está allí o que ha estado en dos, tres o más ocasiones. Sorprendente. Me recuerda a cuando estaba embarazada y no hacía más que ver a otras mujeres con sus barrigas y, que como, andaban construyendo nuevas vidas. La cosa es que hace un par de años estuvimos en Londres, también con mi hija, y lo pasamos muy bien. Para mi fue una muy buena excusa para relacionarme con ella fuera de la rutina diaria. Fue entonces cuando empezó la cantinela de ir a NY y, ¿cómo no?, tuve que dejar muy claro que nosotras no somos capitalistas que cogen un vuelito así, como para tomar un café en las Chimbambas y volver con unos trapitos, ya de paso. Ahí anda la conciencia ecologista que sermonea sin descanso acerca de cómo contaminamos y la conciencia social, que anda minando las apetencias, recordando que hay gente que se muere de hambre mientras nosotras andamos planeando movernos por el globo terráqueo como quien monta en un taxi. Total que medio en broma le dije que si quería ir tan lejos que trabajara...Y cuál fue mi sorpresa cuando ni corta ni perezosa, reparte cuatro CV por Altafulla playa y ahí que encuentra un trabajo en un restaurante de playa con un contrato de verano y se pone a trabajar mes y medio, sin tener ni los 17. Y gana su dinero e insiste en lo de cruzar el charco. Así que todo el invierno mirando youtubers hablando de NY, qué visitar, qué no perderse, qué y dónde comer....y así nos plantamos en un avioncito en la ciudad más visitada de EEUU, la meca del consumo.
No voy a daros la vara con las cosas que hay que ver porque para eso hay decenas de esos y esas youtubers que lo hacen de maravilla. Simplemente en esta entrada os diré que cogí varias novelas de Paul Auster - recuerdo a Harvey Keitel en la película que se rodó basada en su novela Smoke y pensé en buscar el estanco desde el que cada mañana tomaba una instántanea, en Brooklyn pero desistí ante tamaña metropoli-; una de las primeras novelas- Ojos Azules- de Toni Morrison, nobel de literatura, y dos -La mujer singular y la ciudad y Apegos feroces- de Vivian Gornik, periodista y activista feminista de Brooklyn. Es interesante leer de la mano de escritoras que han vivido las calles por las que vas a perderte. Te permiten ambientarte antes de llegar y recordar cuando ya has vuelto a casa.
Sí mencionaré como un punto a no perderse, la Public Library, al lado de Bryant Park, plaza donde se celebran conciertos y espectáculos gratis a lo largo del verano. Si vuelvo a ir, me dejaré una mañana o una tarde completas para disfrutar del ambiente que se respira. Allí encontramos la exposición temporal dedicada a explicar los sucesos de Stonewall en el 1969.
Exposición en la Public Library de NYC, jnuio 2019 |
Movilizaciones en el 69 en NYC |
Reivindicando el amor libre a finales de los 60 (Foto de la exposición en la Public Library de NYC - junio 2019) |