Agua, electricidad y gas: bajo control de la ciudadanía.

 Cuando bienes imprescindibles para la vida, como el agua, o imprescindibles para la dignidad, como la luz o el gas, están mercantilizados, lo que se persigue es la maximización de beneficios con los que resarcir a los accionistas y poco importa los medios para conseguirlo. Se corta la luz, el agua o el gas a unos cuantos miles de familias, y a otra cosa mariposa. Parece que los pobres viven por encima de sus posibilidades, así que deben ir a las fuentes públicas, taparse con muchas mantas y volver a las velas. Los accionistas de AGBAR, ENDESA, FENOSA, GAS NATURAL , etc, etc, están dentro de la Ley y esto no es un convento de hermanitas de los pobres. Pero ¿qué nos habíamos creído?

 Os dejo un enlace del blog de la plataforma Agua es Vida que explica la realidad tal cual es.

 Declaración sobre Pobreza energética

Sobre todos nosotros, alegres ciudadanos, o resignados, o abrumados, o escandalizados, o acomodaticios, ya no sé ..., sobre nosotros recae decidir qué pensamos sobre que la gestión del agua esté en manos privadas. O que no podamos decir ni "mu" en cuanto a la gestión de bienes como electricidad y gas.

Estamos viendo cómo el mercado no contempla la dignidad de las personas y un mínimo de calidad de vida. Es necesaria la movilización para cambiar este estado de cosas. Una gestión pública del agua es algo que ya no discuto. Debe ser pública.

Luz y gas también debería y aunque me parece algo mucho más utópico, ello no elimina las razones de construir un modelo más racional, menos crematístico, más ecológico y más humano. Para ello las clases populares deberíamos mover el culo y las clases dirigentes deberían pensar más en el bien común y menos en sus bolsillos, porque en definitiva, no nos engañemos todo gira alrededor del dinero y de quien se lleva el gato al agua. 

Cuando alguien defiende la empresa privada en estos sectores básicos, está defendiendo poder llevarse la tarta a su casa, no la eficiencia.

Y cuando defendemos la pública, no me cansaré de decir que debe estar bajo un control férreo de la ciudadanía, para evitar corrupciones, tan golosas, que ocurren porque los valores que imperan no son el trabajo por el Bien Común,  sino el enriquecerse por la vía rápida.

Dedico una parte de mi tiempo a cambiar un poco todo esto, y me digo que es posible, aunque no lo tengo nada claro. Me faltas tu trabajando conmigo....