Ayer se fue una figura grande del mundo de la música. Paco de Lucía dejó este injusto mundo que él contribuyó a hacer más hermoso. Nos queda su música, sus maravillosos acordes, el sentimiento que surge cuando suena cualquiera de sus canciones.
Os dejo un enlace a un tema emblemático, Entre dos aguas, que a veces utilizo en mis talleres de risoterapia, y que es hermosísimo. Hay quien tiene un don y Paco de Lucía era su guitarra y la belleza que sabía crear con las cuerdas y sus manos. Un maestro, al que agradecer su genio, su música, su humildad, y su grandeza, que nos seguirá permitiendo rozar lo divino.
Cuando el sentir se convierte en arte...
Gracias Paco y hasta siempre...
Este retrato es obra de Antonio Rodríguez Ledesma, y me ha parecido impresionante trabajo y comparto con vosotros. Podréis ver el proceso de creación en su blog:
Y aquí unas fotos: