Con ánimo de aprender

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29 de octubre de 2013

La independència de Catalunya IV


Vuelvo a insistir en que a mí no me han ido nunca las banderas ni las fronteras, aunque sé que las primeras son un símbolo imprescindible para muchas personas y las fronteras permiten identificar territorios...y ahí están ambas cosas, para bien y para mal. Y tan respetable es sentir los colores de la bandera como no sentirlos. Puedo entender el sentimiento de pertenencia al grupo, lo que le da una fuerza poderosa. Y a la vez soy consciente de la ceguera en la que se puede caer cuando excluyes al otro o lo infravaloras por el hecho de no pertenecer a tus colores.  Y eso es lo que a mí me aleja de cualquier bandera, no es el sentido de pertenencia, hermoso en sí mismo, si no el de exclusión del resto. Los nacionalismos casi siempre implican exclusión o infravaloración del que no pertenece al grupo y por eso no me gustan.
Algo muy distinto es el sentimiento de autodefensa cuando una nación se ve sojuzgada por otra, que no le permite ser según su propia naturaleza, como en el caso de Cataluña, cuando se cuestiona que su lengua vehicular no pueda ser el catalán. Creo que esto es el colmo. Y eso es lo que hace el Gobierno español cuando instaura leyes en que deja al catalán como lengua de tercera, y destruye el sistema de inmersión lingüística, apelando a su mayoría electoral, y desde una óptica nacionalista española, que, tal vez inconscientemente, tiene el catalán por una lengua inferior. Es evidente que el español es una lengua hablada por millones de personas en el mundo. No por ello el catalán es menos lengua. Y lo que es innegable es que es la lengua de Cataluña sin ambajes. Ello no quita que se deba aprender también el español, como ya venía ocurriendo, ¡faltaría más! Los catalanes seremos muchas cosas, pero no somos tontos y amamos nuestra lengua sin dejar de aprender cuantas más mejor y el español forma también parte de nuestra cultura. Somos un país de acogida en que la mezcla es una riqueza.
Me interesa poner el enlace a un artículo de Vicenç Navarro en que habla del nacionalismo español que se tiene por no nacionalista cuando pretende una "Grande y Libre", y que proviene de un sentimiento de superioridad (recuerden que el 12 de Octubre era además del Día de la Hispanidad, el día de la Raza...ejem). Léanlo sin prejuicios. Es un sano ejercicio.


La visión conservadora y poco lúcida sobre el nacionalismo catalán.


A todo esto debo añadir que es comprensible el rebote de Cataluña, que tal vez no estaría tan enfadada con un Gobierno español menos nacionalista y más respetuoso con la idiosincrasia de los distintos territorios que conforman lo que llamamos España. La repulsa no es contra el pueblo español, es contra un Gobierno centralista. Y también somos muchos los catalanes que tenemos en el punto de mira la mala gestión del Govern de la Generalitat, la corrupción y su manipulación del tema de la bandera. Lo cortés no quita lo valiente.
Y sigo insistiendo que son los pueblos los que deben decidir qué quieren ser y cómo deben ser sus leyes y sus reglas de juego, y que las Constituciones deben ser útiles y pueden cambiarse si es necesario.