Hoy hace once años estaba en el paritorio. Sí, sí , lo he dicho bien. Hoy
mi preciosa hija Anna cumple once años, esta tarde, a las cinco. Como la hora
tópica del té inglés. Ese día me lo perdí. Y estoy feliz por cómo crece y cómo
evoluciona. Es inteligente y creativa . Y hoy es día de alegría porque lo vamos
a celebrar.
Y también es tristeza, como el duro y hermoso poema de Lorca, A las cinco
de la tarde, por la pérdida de una parte de mi que parece que me deja. Entre
ayer y hoy dos personas que yo creía cercanas me han borrado de la red social
que causa furor en la actualidad. Opinan que soy “extrema” y sin querer escucharme y
dialogar, me borran de su lista de amistades y me sueltan que vivimos en democracia.
Eso me gustaría, vivir en una auténtica Democracia, pero este es otro tema.
Es cierto que pensamos diametralmente distinto. Y creo que en la diversidad
de opiniones está la posibilidad de aprender y evolucionar. Si se castra el
diálogo por el enfado y el desacuerdo se crea separación y perdemos todos.
Estoy triste, estoy estupefacta.
Estoy convencida que el enfado de estas dos personas está justificado desde
su entender e interpretar mis opiniones. Sin embargo nada ha estado más lejos
de mi intención que ofenderles. He intentado el diálogo y encuentro una barrera recurrente.
Ello me hace entender que se han sentido muy ofendidos, lo cual me entristece. He sido acusada de no entender nada, de no tener conocimientos, de
extremista, de que no quiero que aquí se aprenda en español, y otras cosas, que
no creo que se acerquen a la realidad. Creo que se han mezclado conceptos, que no nos hemos entendido y no puedo explicarme ni llegar a entender cómo han interpretado mis ideas.
A pesar de todo puedo entender sus distintas posiciones y observo que en el
fondo podríamos encontrar puntos de encuentro. Para ello sería imprescindible hablar
desde la comprensión y el amor. No entiendo la cerrazón y la negación del
diálogo, si en teoría, cada uno puede opinar lo que quiera.
Ello no quita que a pesar de la
tristeza hoy para mí vaya a ser un día hermoso porque me quedan muchos amigos y
familia que sí creen que en la capacidad de escucha y diálogo está la riqueza ,
la unión y la posibilidad de crecimiento. Y la gracia está en poner en duda
nuestras propias convicciones y actuaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa.