Autoconocimiento para mejorar lo social.

Ayer, volviendo de unas jornadas donde se celebraron unos cuantos talleres de diferentes técnicas terapéuticas que en definitiva lo que persiguen es que las personas puedan ser más felices, dialogando con mi compañera de trayecto, me vino a la cabeza una cosa para mí de vital importancia.

Y es que, repito, para mí, la vida adquiere un sentido cuando en tu quehacer diario hay una energía que sirve para mejorar un poco el mundo. No se trata de hacer un proceso de crecimiento personal para en última instancia estar mejor yo a nivel personal y ya está. Ese sería el primer eslabón de la escalera. La cosa es estar mejor y conocerse mejor, sí, ¡fenomenal! y también a partir de ahí ser capaz de reconocer las injusticias del mundo y trabajar para evitarlas.

A ver si me sé explicar. Lo que quiero decir es que tengo la sensación de que  a menudo se nos olvida que el mundo está gobernado por unas poquitas personas que tienen una gran influencia en nuestras vidas. Y si bien es cierto que cada uno con nuestro trabajo de autoconocimiento y mejora personales podemos aprender a cambiar nuestra mirada, lo cual nos reportará mucho bienestar, ello no quita que perdamos de vista el sufrimiento ajeno y las injusticias que en el mundo suceden. Y que si podemos hacer algo, lo hagamos, aunque con ello podamos convertirnos en una molestia para el statu quo.

Algunas veces me viene a la cabeza una idea y es que es más que desaconsejable dejarnos caer en la autocomplacencia de personas de la "cara buena del mundo", que como tenemos la tripa llena, nos dedicamos a filosofar y a acabar afirmando que los pobres del mundo lo son porque no saben pensar ni visualizar una mejor forma de vida. Al tanto con esas afirmaciones.

La cosa es que parece que hay ciertas fórmulas para potenciar nuestro pensamiento positivo y que eso refuerza que estemos bien y que nos vaya bien en la vida. Hasta ahí, de acuerdo.

La cosa es que si acabamos creyendo que los que están mal es que lo han elegido o es que no saben   ( cosa que a veces sí es así, y entonces la solución sólo depende de ellos y su voluntad), podemos caer en la "desidia social" , y en la creencia de que este mundo no tiene solución, para regocijo de los que manejan el cotarro y se llevan el beneficio a sus cuentas en los paraísos fiscales.

Si bien es cierto que la felicidad individual depende de la propia mirada, no debemos perder de vista que las condiciones de vida del conjunto de una sociedad requiere de la acción y la defensa del interés del colectivo, y de que la riqueza que se genera debe repercutir en gran parte en el bienestar de esa sociedad, para que sus miembros puedan desarrollarse con seguridad y viabilidad.

A las élites lo que más les asusta es que los ciudadanos estén preparados, sean capaces de tener pensamiento propio y crítico, y les incomoda que puedan rozar la plenitud. Las personas conscientes y felices son un peligro, porque no son manejables, porque no pasan por el aro y porque quieren una parte de la tarta.

Afirmar que el Universo proveerá si somos capaces de pedir, puede resultar de una delicia exquisita para esas élites, que tienen así el terreno abonado para seguir haciendo de las suyas.

Quiero decir con todo esto, y con mi mayor respeto por quienes están en estas corrientes de "positivismo",   y no pretendiendo ser aguafiestas, que está bien generar recursos mentales que nos permitan estar mejor y alcanzar nuestras metas, y a la vez no olvidar que necesitamos crear estructuras que no permitan leyes injustas que favorecen a una minoría, y necesitamos personas capaces de detectar eso y luchar para el bien de la colectividad.

Necesitamos personas capaces de trascender su ego, capaces de dedicar una parte de su tiempo en detectar las injusticias con lucidez y generar motivación y ganas de defensa del bienestar de todos.