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29 de septiembre de 2010

HUELGA GENERAL

Dificil tomar una decisión sobre si asistir al trabajo o no. Por una parte , hablo a título personal, sientes cómo la figura del político se desacredita a sí misma por los casos de corrupción, por los propios enfrentamientos y la mala educación, por la "juventud" de esta democracia. En cuanto al mundo sindical, observas la escasa formación política y humana de muchos representantes, de los abusos , de la falta de ética. Cabe decir que no todos son iguales, pero es la imagen que llega a la calle. Añades la falta de consenso, que la huelga no es suficiente para parar el devenir al que nos lleva el mal funcionamiento de nuestro sistema económico capitalista. Y decido muy a mi pesar venir a trabajar y donar mi sueldo a Intermón, pensando que a alguien va a ayudar mi sacrificio. Pero , a pesar de esto último, viniendo al trabajo, he sentido vergüenza, por la falta de conciencia que observo, porque pienso en los miles de personas que dieron su vida, sus horas, por mejorar las condiciones de trabajo, por el futuro que les vamos a dejar a nuestros hijos. Mucha gente ha ido a la huelga por obligación, otros por convicción. Otros, a trabajar por necesidad o miedo, otros porque sencillamente pasan o no quieren perder su sueldo.
 El caso es que las decisiones económicas de trascendencia no las toma el pueblo, casi me atrevo a decir que no las toma ni el gobierno. Las toman a otros niveles y todos los demás las sufrimos. Pasa que esos "decisores" están muy difusos y la movilización no debiera pasar sólo por una huelga de un día. Es necesaria la formación y la conciencia de que en el mundo deberíamos caber todos.  Lo que está en juego es el reparto de la tarta, como siempre, y en un proceso lento pero imparable las clases más bajas vamos a ir perdiendo terreno .
Va siendo hora de dar paso a otro tipo de ser humano más empáticoy algo menos egoísta. Se necesita cambiar el pensamiento basado en la maximización de beneficios económicos que no tiene en cuenta tantos costes que no se contabilizan, y que no tiene en cuenta la calidad sino sólo la cantidad. No siempre el crecimiento es lo mejor. No siempre tener más implica estar mejor.

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